La compañía define este trabajo como “monólogo cómico en torno al abismo y maravilla de nuestras ocupaciones vitales”. Un héroe moderno, siguiendo los cauces de la tradición picaresca, parte del hogar con el propósito de comprender qué es esto de tener una ocupación, un algo que hacer que sustenta y organiza cualquier existencia. Sólo el payaso es capaz de emprender tamaña empresa con luminosidad. Mediante un relato torrencial, rico en encuentros, ocurrencias y verbo grácil, el espectáculo se propone desplegar un festín cómico y siempre poético. Para asumir el reto, nadie más atinado y poderoso que el gran Luis Bermejo. Su capacidad sugestiva, su encanto y su comicidad son un trampolín ideal para encarnar lo expuesto.
Intérprete: Luis Bermejo.
Dirección: Pablo Rosal