La noticia del fallecimiento de Verónica Forqué es especialmente triste para el Bergidum, un espacio con el que la actriz mantuvo una relación muy especial.

En septiembre del año 2000 debutó en el teatro ponferradino como directora de escena con «La tentación vive arriba» y desde entonces pisó varias veces su escenario como actriz, siempre brillante y querida por el público, con una enorme capacidad para equilibrar los momentos más dramáticos con un pellizco de humor.

En febrero de 2020 protagonizó en el Bergidum «Las cosas que sé que son verdad» un texto escrito por Andrew Bovell. Por ese papel obtuvo el Premio Max a la Mejor Interpretación Femenina. Fue la última vez que vino a nuestra ciudad y fue también la última representación teatral antes del parón provocado por la pandemia. En esa ocasión, Forqué dejó la huella de sus manos en la acera del teatro.

Esta tarde, el Bergidum ha depositado una rosa y una vela al lado de su firma.
Todos los teatros de España la echaremos de menos. El público de Ponferrada la recordará siempre. Y en la acera del Bergidum quedará tu nombre por mucho tiempo.