Nº 9. Junio 2021
Desde hace algo más de un año, las consecuencias de la situación sanitaria han provocado serias modificaciones de la actividad escénica y cultural en todo el mundo. La temporada del Bergidum que ahora llega a su fin no ha sido ajena a estas convulsiones.
En la medida de nuestras posibilidades, por responsabilidad con el público y por compromiso con la producción artística, el servicio ha mantenido desde el pasado mes de septiembre la actividad con una programación planteada con el mismo rigor de siempre en lo referente a la calidad de la oferta.
Las estrictas medidas de seguridad sanitaria y los aforos seriamente restringidos han convertido las salas en espacios llenos de butacas vacías, aún con las localidades disponibles agotadas.
Esa voluntad de mantener la actividad en estas adversas circunstancias viene dada por una clara voluntad política de vocación de servicio público del espacio, unido a la conciencia de contribuir al sostenimiento de un sector artístico especialmente castigado en estas circunstancias.
El público, destinatario último de nuestro trabajo, ha respondido con responsabilidad e interés. Algo que queremos agradecer de esta publicación digital, montada ante la desaparición coyuntural del papel.
El verano llegará pronto, cargado de actividad, organizada desde distintas áreas del ayuntamiento (cultura, patrimonio, artes escénicas, turismo y fiestas). En el Bergidum volveremos en septiembre con la esperanza de un regreso a la normalidad y la ilusión puesta en la conmemoración del 25 aniversario de la reapertura del espacio.